Cualquiera puede empezar una carrera, pero exige planificación y entrenamiento el terminarla. Un buen corredor de larga distancia sabe la importancia de planificar su carrera. Una vez que cruzó la línea de inicio está pensando en cómo cruzará la línea de término. Una vez que da el primer paso ya ha planificado cómo tomará el último paso de la carrera. Como cristiano, ya estás corriendo la carrera de la vida. En esta carrera no compites contra otras personas, sino contra los enemigos mortales que son el mundo, la carne y el diablo. ¿Cómo luchas contra ellos? ¿Cómo planeas mantener el paso a lo largo de la carrera? Para poder obtener el premio necesitas correr hasta terminar, necesitas cruzar la línea final. Para eso necesitas planificar tu carrera. Necesitas planificar las maneras en que correrás hoy para que continúes corriendo en los días difíciles. De eso se trata este libro.